martes, 2 de diciembre de 2014

La vida es una escuela donde podemos "re-elegirnos"

La vida es una escuela. A ella venimos a aprender todas las lecciones que necesitamos.

En nuestros primeros años aprendemos básicamente a sobrevivir pero luego, cuando eso ya lo hemos conseguido y ya no es necesario, nos enfrentamos con lecciones cada vez más complejas, cada vez más profundas que tienen que ver con la esencia misma del ser humano, con la esencia de ese ser humano que elegimos ser.
Enfrentarnos a lo bueno y lo malo, a la luz y a la sombra en nosotros y en los demás es parte necesaria de ese proceso.
Experimentar lo bueno y lo malo, lo lindo y lo feo, la alegría y la tristeza, la honestidad y la deshonestidad, la lealtad y la traición y todo el arco íris de emociones, actitudes y experiencias que van desde la mayor iluminación hasta la oscuridad más profunda es un paso indispensable para que, una vez que las hemos conocido, vivenciado, atravesado y conozcamos todo el espectro, en cada caso, podamos re-elegirnos. Es aquí donde reside nuestro verdadero libre albedrío, elegir el ser humano que queremos ser, elegir el lugar de luz o de sombra y cada día diseñar como vivir el resto de nuestra vida.
Es por esto que, cada vez que nos encontremos con situaciones, actitudes, emociones, intercambios, palabras, sufrimientos, experiencias que nos resulten difíciles, negativas, hostiles, oscuras, tal vez, podamos pensar “Qué puedo aprender de esta situación o de esta persona?”  Es allí donde están nuestros mejores “maestros”, es allí donde está nuestro mayor potencial de aprendizaje y crecimiento.

Para esto hemos venido a esta vida, para crecer y ser cada vez mejores seres humanos con una mayor conciencia….si eso es lo que elegimos!